Reunion social ( Alphonse Elric, Light Yagami, y libre para quien quiera apuntarse)

Van 10 para las 5.

Siempre he tenido un ligero desorden obsesivo compulsivo para con todo lo que me rodea.
Siempre he tenido una obsesión mas allá de lo humanamente aceptable para con la hora.
La principal característica que alguien nota en mi cuando me conoce, es el deseo enfermizo de puntualidad. Es esa manía de asistir a la reunión por lo menos 5 minutos antes.
Y si hay algo que me crispa los nervios, porque si tiendo a perder la paciencia por poquísimas cosas, es que me planten. Que me hagan esperar y después aparezcan enfrente con falsas disculpas y que todo se les olvide después del saludo.

Van 8 para las 5 y mi reunión social no ha llegado.

Quedamos a las 4:30. Sería interesante tener un juego de tiro al blanco frente a mí, y un dardo letal entre mis dedos. Es una manera interesante de luchar contra la frustración

Y es que estoy aburrido.

Y estoy, principalmente, humillado. Hastiado del poco compromiso que tienen las personas para con sus semejantes. Ojala existiese una pena capital para aquellos que asisten tarde a cualquier actividad.
¿Por qué tengo que esperar? Ah sí, quede de reunirme con un ex compañero del colegio, en el centro comercial. Una ligera charla acerca de los estudios, que fue de su vida después de la graduación. Quizás ir a tomar una malteada, nada más. Un desesperado intento por comenzar bien el año y socializar con alguien afuera de las aulas de la universidad. Patético. Quizás debería comprarme un hámster y llamarlo Ryuk. Solo quizás.

VI el reloj por última vez y decidí marcharme.

Alphonse Elric, el único que podía darme competencia en química de seguro seguía siendo tan irresponsable como lo fue en años mas mozos, cuando no le fastidiaba llegar tarde al colegio. Típico.

Lo había olvidado. Lo había hecho y lo peor es que lo recordaba cuando faltaba tan poco para la dicha hora.

No quería que aún se me notara lo impuntual y olvidadizo pero según lo que parecía eso sería algo que se me iba a quedar de por vida. Atravesando las 15 calles a lo más que podían mis pies, corrí hasta sentir que la fatiga me dominaba y que el aire me faltaba de a poco. Me detuve a casi dos calles y media del Centro comercial de la Ciudad, lugar donde se iba a realizar la reunión que había sido planeada detalladamente y con algo de tiempo para evitar inconvenientes de este tipo. En la calle, en medio de esa vereda, tenía suerte de que no hubiera mucha gente a mi alrededor porque muchos creerían que estaba llamando la atención solo porque sí.

Entre quienes me tenía que encontrar, estaba él. Uno de mis rivales en los estudios. Light Yagami. Nunca había querido ser competitivo pero las cosas se dieron y así transcurrieron. Esperaba que al menos, su carácter no fuera el mismo como el de siempre. Tan serio, perfeccionista y apegado a las reglas. Yo lo era… pero él me superaba en el doble o más, sin exagerar.

Luego de un poco de descanso, miré en mi reloj de bolsillo y me quedé paralizado… había dejado que el tiempo pasara. Ya casi eran las 5 y la mencionada reunión era a las 4.30. Retomé el ritmo normal de caminata acelerada y, justo cuando estaba a solo metros de la entrada del lugar, lo vi. Estaba ahí, yéndose; algo molesto se lo notaba en las facciones de su cara.

-Lo siento… no quise dejarte esperando – le dije casi suplicando mientras me acercaba lo que podía. Sabía que Light no me entendería pero debía intentarlo. Lo miré a los ojos para ver si me dejaba explicarle, aunque no había algo que explicar – Se me hizo tarde… – dije en un susurró bajando mi cabeza. Nunca cambiaría a mi parecer.

-No esperaba menos de ti, Elric-san.

A pesar de una infancia simultanea, el protocolo no desaparecería. No lo conocía casi para nada, y el tampoco. Lo único que el podría saber con certeza de mi, era mi motor competitivo. Lo único que yo sabia de el era que estaba acostumbrado a este tipo de incidentes.
Cuando le hablo camuflo perfectamente la ironía con palabras en un tono humorístico, forzando una sonrisa amable en mi cara, un buen humor que se desvaneció ya hace 20 minutos, como máximo.
Y si, son las 5. Todavía llevo el conteo de la hora.

¿Mencione que soy un excelente actor?

-Supongo que eso no importa. Almenos estas aquí.-Dije despreocupadamente mientras estiraba los brazos hacia arriba.- Ahh..-Suspiré suavito.-Creo que se me durmieron un poco los músculos...será por que hace bastante frió esta tarde…¿entramos o deseas ir a algún otro lugar?

Se notaba algo despreocupado, aunque dudaba de ello. En verdad, ser serio de carácter era algo que a veces me inquietaba más de la cuenta.

Escuché su hablar y reaccioné.

No me había dado cuenta que también la temperatura del lugar estaba descendiendo levemente que se sentía como caladas a la piel, más en mi caso, que por la rapidez con la cual había salido de mi casa, no había traído puesto el abrigo necesario. Una ligera camisa junto con unos pantalones negros era todo lo que tenía.

-Bien… entremos antes de congelarnos- respondí ante su pregunta algo agitado, aún trataba de estabilizar mi respiración.

Me dirigí casi corriendo hasta la entrada dejando a Light algo olvidado.

Asentí suavemente con la cabeza, abrazándome a mi mismo al tiempo que un escalofrió me recorría.
Mal día para salir desabrigado, desafortunadamente al igual que Alphonse, ese era mi caso.
Seguí al muchacho a pasos largos mientras notaba como la punta de mi nariz se iba entumeciendo y como de repente mi ropa parecía húmeda, y más pesada que de costumbre.

-Entonces, Elric-san, ¿Donde te gustaría que nos dirigiéramos? Personalmente sugeriría-Moriría por, quise decir.- Ir por una taza de café y algunos bollos para ambientarnos a la temperatura…pero si deseas otra cosa, esta todo en decisión tuya.-Dije encogiéndome de hombros fingiendo indiferencia mientras nos adentrábamos en el edificio.
No hacia tanto frio como en el exterior a causa del calor humano de la aglomeración de gente, pero aun así quería acobijarme con mis brazos aunque trataba de aguantar casi estoico.

De naturaleza soy un poco muy friolento, pero no me gustaba demostrar debilidad.

Una vez adentro, le respondí a Light que parecía un poco más cómodo debido al gran cambio de ambientes que había de diferencia.

-A mi me parece bien, igual creo que eso es lo mejor que podemos hacer – la idea no me desagradaba y me pensaba que era perfecta. Al menos, todavía podía pensar luego de haber estado afuera con el frío que hacía. Casi me paralicé cuando oí cual era la verdadera temperatura, en verdad hacía frío y yo no tenía el abrigo necesario, no tenía idea de cómo volvería a mi casa cuando fuese más tarde.

Como la gran indiferencia que nos teníamos nunca iba a cambiar, preferí intentar solucionar eso antes de llegar al dicho lugar donde tomaríamos algo. Aún me preguntaba por que él era tan frío y reservado. La seriedad era algo que a mi me aburría un tanto. No había palabras de por medio, si no gestos.

-Y… ¿Cómo has estado? – le pregunté algo indeciso mientras caminábamos por las instalaciones que estaban algo atestadas de gente.

Mucha gente compraba y compraba, aparentemente nunca iban a parar. Pero él seguía tan serio como siempre... no parecía reaccionar ante lo demás.

-Creo, Elric-san, que deberíamos guardarnos los temas de conversación hasta llegar a la cafetería siquiera, por que mucho de que hablar no tenemos.-Le dije sonriendo despreocupadamente. Ya no estaba enfadado, podía sacar a lucir mi lado carismático y cortés sin terminar siendo un completo hipócrita.- Pero he estado bien como siempre…gracias por preguntar.L

legamos a la cafetería del lugar que estaba abarrotada de gente,, pero aun así, y confirmando que la suerte siempre me acompaña conseguimos la ultima mesa que quedaba, en un bonito lugar cercano a la chimenea.
Tomando la delantera de Alphonse fui a sentarme esperando que el imitase el gesto. Una vez que lo tuve frente a mi creí que ya era el momento ideal para conversar.

-¿Y tu como has estado? Oí que te va bastante bien en la universidad…bien por ti.- Ya no éramos rivales. Nuestras ramas de estudio eran totalmente diferentes pero aun así se me antojaba tener competencia siquiera en una materia como la tenia con Alphonse. Aun que de todas formas de estar en su carrera seguro yo estaría en primer lugar. Lo único en lo que el rubio se acercaba siquiera un poco a mi era en Química.

Y solo se acercaba, por que apenas en contadas ocasiones habia logrado igualar mi nota perfecta. Le faltaba dedicación, eso era lo que mas me fastidiaba. Que una persona con una mente predispuesta la desperdiciase en cosas vanas.

Ya acomodados en una mesa alejada de la Cafetería de ese lugar y que para mejorarlo, estábamos cerca de una chimenea que nos podría ofrecer la calefacción que necesitamos, nos predispusimos a seguir con la conversación que habíamos comenzado pero que Light se había negado a seguir hasta que llegamos a sentarnos. Sabía que no me respondería hasta al menos llegar pero no me gustaba el silencio entre nosotros a pesar de todo el ruido que nos rodeaba.

Sentado en ese asiento sencillo y algo frío, suspiré ante el hecho de que él nunca iba a cambiar. Siempre tan pensativo pero con las palabras justas.

-Me va bien porque le pongo mucho esfuerzo a lo que estudio. No es nada fácil pero no me quejo – dije presumiendo. No estaría mal hacerlo aunque sea un poco y más cuando era algo falso. No estaba mintiendo exactamente pero de “irme bien” no lo estaba. Algunas complicaciones tuve y más con una materia pero apenas la pasé. Claro, como era de esperarse, nadie comentó eso y solo los profesores sabían de eso. No difundieron esa noticia. Era algo que agradecía pero a la vez me escondía de la verdad. De repente, me desanimé. No me gustaba recordar eso.

Miraba para los costados intentando fingir las apariencias, el lugar estaba lleno y se notaba. Tuvimos suerte de al menos encontrar un lugar disponible.

-Y... Supongo que a ti también te va muy bien – mencioné casi afirmando. Era imposible que la respuesta fuera otra. De Light lo que se podía esperar era perfección inalcanzable para cualquier otro, incluyéndome.

Sonrei de medio lado al observar el perfil de alphonse. Tensando levemente los hombros aun cuando el siempre estaba relajado, y mirando con los ojos en una tonalidad mas opaca de lo comun de un lugar a otro.

¿Mientes?

Porsupuesto. Todo el mundo miente

Y presisamente no escuche que te iba bien en la universidad,Alphonse. Queria ver que tan sincero podrias llegar a ser cuando pierdes

-No esperaba otra cosa de ti Alphonse-Kun.-Entré en mas confianza al tomar ambiente con el calor que emitia el fuego de a lado.-Espero que sigas asi. A nuestro pais y al mundo en general le hacen falta profesionales dignos que sean capaces de sacarnos del hoyo en el que nos encontramos sumidos. Toda la humanidad, quiero decir, que nos salven del deficit de valores y de la inflacion precoz de la tecnologia..

El mesero llego con dos menus y los dejo en nuestras manos

-Chocolate.-Pedi, sin nisiquiera mirar el menu.-Y un tiramisu de limon, por favor.-El asintio a notando mi orden y se quedó esperando recibir la de Al.

-Y…-Me encogi de hombros despreocupadamente.- No es gran cosa. Las notas no quieren decir nada.-Lo quieren decir todo. La falsa modestia es mi especialidad.- Lo que importa es como aprovechamos lo que nos brinda la educacion y lo plasmamos en hechos, no solo en papeles.

No creí que me hubiera creído así de fácil. En verdad, desconfiaba un poco de lo que había dicho pero su mirada calculadora me daba a entender que tal vez me había descubierto. No quise seguir pensado en ello, por eso, solo me decidí a mantener el silencio. Mientras tanto, Light había comenzado de nuevo con uno de sus tantos sermones sobre la educación y en la gran influencia que eso causaba con el resto de todo. Sabía que todo, la base de absolutamente todo estaba en los estudios pero no podía llegar a verlo en el modo que él lo hacía. Él entraba en los detalles de los detalles y en solo argumentos que defendían sus ideas.

¿Por qué siempre tiene que ser tan obstinado con todo? –pensé algo aburrido. Lo miraba con la clara intención de que se me notara que estaba interesado en todo, sin embargo, creo que era en vano. Podía saber que me aburría eso, no quería parecer un desinteresado pero casi siempre los temas en lo que hablábamos se convertían en otros-

En eso, llegó el mesero quien nos pedía las órdenes de lo que quisiéramos ordenar. Había tardado pero mentalmente le agradecía su llegada e interrupción. Sonreí sin siquiera pensarlo.

Mi… ¿compañero? ¿Así lo podía llamar? No lo sé pero aún las rivalidades existían a pesar de que habían quedado atrás y que nuestros estudios eran muy diferentes. Light había pedido lo que quería sin siquiera mirar el menú. Había sido algo sencillo pero como recordaba, de su agrado. No tenía muchas cosas que le gustaban y no dudaba de eso.

Mientras miraba que pedir, en ese extenso menú, donde se detallaban miles de cosas que aún no conocía. Algo inseguro miraba todo, debido a los precios. No me podía dar el lujo de gastarme de más porque si recordaba, no había traído mucho dinero. Miré de costado y solo atiné a decir:

-Lo mismo que pidió… mi compañero. – dije algo nervioso. Creía que iba a tomarlo mal, no sé porque pero esa fue mi primera impresión. Tal vez me iba a poner a prueba y ver que tan inteligente era para pedir algo diferente. O tal vez, no era nada.

El mesero se había marchado con las órdenes y nos había dejado de nuevo en esa conversación. Él seguía con el mismo tema, solo que ahora había tomado un rumbo muy diferente.

-Muy cierto… - afirmé. No quería seguir con lo mismo, así que quise darle algo de vida a esa conversación que parecía más de empresarios que de jóvenes- Y… tú… Light que tanto te preocupas por tus estudios, ¿No tienes tanto libre? Digo… ¿no te diviertes? – no habían sido las preguntas más inteligentes que se me hubieran ocurrido pero con algo se empezaba.

-¿Si me divierto?

Sonreí de medio lado mirando a la chimenea, seguro Alphonse sabia la respuesta de antemano.

-Eso depende de lo que consideres diversión…-No era una evasiva, si no simplemente una frase de remedio.-De salir a fiestas, a citas o a reuniones no lo hago…pero estoy bien en casa


Mentira. Me moría de aburrimiento.
-Siempre he preferido un buen libro y una taza de café…Imagino que el tipo de diversión que te gusta debe ser algo mas mundana.
No lo dije con una intención acusatoria, simplemente como una afirmación despreocupada. No es que me importase a lo que se dedicase Alphonse, tampoco.

Si tan solo usases más esa cabecita que tienes y te entregases mas al estudio…

Es redundante, pero insisto. Me desespera que no aproveche el potencial que tiene. No le seguiré fastidiando con el tema por que no soy uno de los mejores estudiantes del país por nada, naturalmente soy lo suficientemente listo como para notar cuando un tema de conversación le aburre a alguien.

Y me desespera que por simple cortesía, en los diálogos uno de los participes deba fingir interés mientras por dentro piensa en suicidarse.

-¿O me equivoco?.-Le indagué tratando de sacarle afluentes al tema antes de que el silencio se vuelva a hacer lugar entre nosotros.

Tal vez debía esperar ese tipo de respuesta. Por supuesto, así era. Aunque también las secundaba con otro par de preguntas. Típico de Light. Sus palabras eran sólidas y no dudaba en decirlas, por lo que supuse que decía la verdad. Todavía dudaba de que mintiera y en lo personal, me daba impresión. Según lo que parecía todo se resumía a eso. Una vida dedicada al estudio casi por completo. Tal vez… también existía la pequeña posibilidad de que se aburriese con eso…

Con respecto a mi diversión mundana, me tomó por sorpresa su referencia. No esperaba que me lo preguntara pero debía agradecer que lo hiciera. Este tema era mucho mejor que él otro. Algo extraño que se interesara un poco sobre los demás pero en cierta forma, me alegró eso. Mientras lo pensaba en silencio, sabía que no quería entrar en detalles sobre mis estudios, aún me preocupaba eso…

-No te equivocas. Creo que lo “mundano” –dije haciendo énfasis en esa palabra- va más conmigo. –no quería parecer cortante con ese tipo de respuesta y menos, ofendido pero en verdad que Light sacaba de mí, la seriedad que yo tenía guardada. –No soy un fiestero y nada por el estilo aunque no me creas, también soy algo aburrido. No hago más que recorridos por la ciudad y de vez en cuando, salgo con algunos compañeros. Como ejemplo, está esta reunión. – me expresé algo más confiado y al final, terminé esbozando una sonrisa rara. Algo que esperaba de parte de Light… aunque sea una vez, por más que pareciera imposible. Porque… las sonrisas cínicas o sarcásticas no cuentan.

Mientras esperaba alguna respuesta a lo que recién había dicho o alguna sugerencia; el mesero llegó con las órdenes. Había sido rápido. Más rápido de lo que creía y más con el hecho de que el lugar estaba lleno. Lo observaba como ponía las dos tazas de chocolate sobre la mesa. La pequeña estela de vapor hacía que no pudiera ver a mi compañero de mesa, algo que me causó gracia. Luego de eso, al lado de las tazas colocaba los platitos que contenía el tiramisú.

Por un descuido, las manos del mesero resbalaron y el segundo plato que tenía lo mismo manchó el borde de la taza de Light. Casi el contenido del mismo, tanto como el plato y la taza de él, iban a echarse a perder si no hubiera sido que logré detener el tiramisú en una de mis manos. Fue algo repentino y no pensado pero lo había hecho. El mesero solo miraba como si esperaba una invitación.

-Emmm…- murmuré intentando lograr llamar su atención y que terminara lo que sucedía.

-No creo que seas aburrido.- Sonreí despreocupadamente complaciendo de manera inconsciente el deseo de Alphonse.- Almenos, en el colegio no parecía así. Con tu hermano almenos…¿Edgar?..parecian un par de gamberros. En el buen sentido porsupuesto.

No recordaba a la perfección el nombre, pero si tenía grabadas en la cabeza memorias de la secundaria, donde protagonizaban una escena en el curso Alphonse y su rubio hermano.
Un año mayor que nosotros, pero que escapaba de clases para hacer el tonto con el menor de los Elric en nuestra aula.

Recuerdo, particularmente el dia en que ambos muchachos robaron la llave de uno de los maestros , sacaron de sus casilleros las pruebas de todo el curso y cambiaron la nota.

Lo recuerdo muy bien por que cambiaron mi brillante A+ en un A-.

Humillante.

Pude haberlos acusado en dirección pero me contuve. No podía rebajarme al nivel de un soplón.
Pero siempre tuve la ligera sospecha de que no le agradaba al tal…lo que se llame, al rubio. Nunca entenderé por que.
Tampoco entenderé como fue que todo pasó tan rápido. Perdido entre mis recuerdos no me fije como el mesero casi causaba un caos en la mesa y en como Al hacia lujo de un excelente sistema locomotor, haciendo un rescate de película con el platillo.

Alcé las cejas mirando con curiosidad al mesero.

-Seria bueno mejorar el equilibrio.- Le sonreí sin afán de humillarle. Estar en calor, y el olor de chocolate colándose entre mis sentidos soltaban la parte más amable de mi. Almenos la verdadera, por que siempre llevaba una careta de amabilidad y humildad falsa encima.
Dando una disculpa el camarero se retiro. No sin antes ofrecerme otra taza de chocolate, a lo cual me negué

-Por cierto…Excelentes reflejos, Alphonse. Que triste que nunca pudimos tener un partido de tennis en el colegio.

Con el tiramisú en una de mis manos, solo asentí a lo que había dicho Light. Puedo decir que no le había prestando la suficiente atención pero eso se debía a que había mencionado a mi hermano, a Edward. Quizás el no lo recordaba mucho y se notaba porque no sabía con exactitud su nombre. Creo que por instantes se me había detenido el tiempo; algo inusual y difícil de explicar. No había día que no pensara en él. Lo extrañaba demasiado y no lo negaba. Me tentaba la idea de ir a buscarlo y seguir viviendo como la familia que casi éramos, sin embargo, él estaba lejos por sus estudios y por qué creyó que su vida estaba en otro lado y no en esta ciudad.

-Edward… - susurré con la mirada perdida en algún punto de ese lugar. Dejé ese pequeño postre que sostenía a un costado del mío. Tomé un servilleta y terminé limpiándome la mano. Quise recobrar el ritmo de esa conversación o al menos conversar de algo distinto pero no. Con su sola mención, había despertado toda esa soledad que sentía. Con algo de ánimos fingidos, solo comenté algo breve –Tengo muchos recuerdos con él pero no puedes negar que siempre hacía cosas divertidas y… -bajé un poco la voz y algo apenado – bueno, también se metía en problemas.

Creo que no podía superar aún el hecho de que se haya ido. Miré hacia los costados pero donde quiera que viera podía acordarme de su sonrisa y de todas las “reglas que me ponía como hermano mayor”. Sonreí algo nostálgico y solo bajé mi mirada.
-Deberíamos tomar el chocolate, ¿no? – pregunté algo inseguro de todo. Tal vez Light solo se burlaría de mi modo de actuar o lo criticaría.

Me considero una persona con bastante tacto y sutileza para las interacciones sociales, aunque no disfrute bastante de las mismas. Pero que iba yo a saber que a Alphonse le provocaba nostalgia hablar de su hermano.

Atando cabos, tengo la sospecha de que Edward ya no vive aquí.

Viaje por estudios, ¿tal vez? Es lo más seguro, probablemente a alguna ciudad donde la carrera de Al no estaba disponible por que de ser así, era casi un hecho que el menor se hubiese dispuesto a seguir al rubio. Hasta donde se ambos eran mutuamente la única familia del otro.

-Tengo una hermana menor…-Le comenté, tratando de romper la tensión casi trágica en la que se había tornado la temática de la conversación.

Imaginé que Al tendría la idea de que yo iría a burlarme de su situación y obsequiarle uno que otro pésimo consuelo diciéndole que estaba mejor sin Edward a lado. Pero no, no soy como la mayoría de las personas me imagina…la mayoría del tiempo. Digamos que siempre se que decir y cuando decirlo. Lo que es, seria que a veces me sale del corazón, y otras veces es solo amabilidad por acto reflejo. Muchas veces hipócrita. En esta ocasión seria el primero de los casos.

Asentí suavemente con la cabeza ante la invitación a tomar el chocolate, y comencé a revolverlo con la cucharilla esperando que su temperatura bajase rápido.

-Se llama Sayu, vive con mi madre en otra ciudad. Nuestra situación era exactamente la inversa de la de ustedes…o no del todo.-Dije con una pequeña sonrisa, jugando a ser acusatoria.- Tú y Edward hacían sus travesuras como un equipo, por supuesto el grado de maldad o picardía que tú aportabas iba en menor escala…Pero eran un equipo.Sorbí un poco del chocolate. Estaba en su punto.

-Con mi hermana, era ella quien se metía en problemas y yo el…’sensato’…así que puedo decir que entiendo tu situación…Esa nostalgia, quiero decir. La extraño, quizás de la misma manera en la que tu extrañas a tu hermano. Y todavía no supero que la tenga a kilómetros de distancia…
Reí suavemente.

-A veces pienso, imagino en que problemas se estará metiendo ahora, y maquineo soluciones en el aire. Me hace sentir que la tengo más cerca, que el tiempo antes de que vaya a visitarla se hace más corto. ¿No te pasa igual?